Estamos estudiando qué elementos introducen más variación a la hora de medir la altura de pacientes ancianos con problemas de osteoporosis. Para ello cogemos una anciana voluntaria predispuesta a ser medida en muchas ocasiones. Usamos dos sistemas de medida: un sistema fotoeléctrico y el de la típica cinta métrica. También escogemos al azar a cuatro alumnos de la asignatura de Reumatología en la facultad de Medicina para que hagan las medidas. Con ello queremos valorar la contribución a la variabilidad de la medida que aporta la persona que la haga. Estos alumnos no saben que forman parte de este experimento. En tres semanas sucesivas se les pide, durante las prácticas, que midan a muchos y muchas ancianas en las consultas externas. Lo que no saben es que han medido de las dos formas distintas a la misma anciana tres veces. Esto se hace para que no puedan recordar la medida dada en una semana anterior. La medida se pedía que se diera en milímetros. Los resultados obtenidos fueron los siguientes:
Hacer un ANOVA. Primero un ANOVA intuitivo, pensándolo, intentando ver en los datos qué nos podría dar un ANOVA calculado con un software estadística. Luego, hacer un ANOVA mediante un software y mediante el modelo adecuado.